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Los Escritores

El ruido y la furia [ Agosto en BCN ]

El ruido y la furia [ Agosto en BCN ] William Faulkner

El peso en la boca del estómago

El peso en la boca del estómago Salir, hacer, poner al día, no eran cosas que ayudaran a dormirse. Poner al día, vaya expresión. Hacer. Hacer algo, hacer el bien, hacer pis, hacer tiempo, la acción en todas sus barajas. Pero detrás de toda acción había una protesta, porque todo hacer significaba un salir de para llegar a, o mover algo para que estuviera aquí y no allí, o entrar en esa casa en vez de no entrar o entrar en la de al lado, es decir que en todo acto había la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que era posible hacer, la protesta tácita frente a la continua evidencia de la falta, de la merma, de la parvedad del presente. Creer que la acción podía colmar, o que la suma de las acciones podía realmente equivaler a una vida digna de este nombre, era una ilusión de moralista. Valía más renunciar, porque la renuncia a la acción era la protesta misma y no su máscara. Oliveira encendió otro cigarrillo, y su mínimo hacer lo obligó a sonreírse irónicamente y a tomarse el pelo en el acto mismo. Poco le importaban los análisis superficiales, casi siempre viciados por la distracción y las trampas filológicas. Lo único cierto era el peso en la boca del estómago, la sospecha física de que algo no andaba bien, de que casi nunca había andado bien.

Julio Cortázar, "Rayuela"

Enteramente vivo

Enteramente vivo " -En otras palabras, los lunáticos son superiores a los hombres sensatos. Lo cual yo niego. El griego sensato, armonioso, obtiene el mayor rendimiento posible de esos dos grupos de estados. No es tan tonto que quiera matar una parte de sí mismo. Guarda el equilibrio. Esto no es fácil, por supuesto; es hasta endiabladamente difícil. Las fuerzas que hay que conciliar son intrínsecamente hostiles. El alma conciente pugna contra la actividades de la parte inconsciente, física, instintiva del ser total. La vida de la una es la muerte de la otra y viceversa. Pero el hombre sensato trata al menos de guardar el equilibrio. Los cristianos, que no eran sensatos, han dicho a las gentes que debían echar la mitad de sí mismas al cesto de los papeles. Y ahora vienen los científicos y los hombres de negocios y nos dicen que debemos arrojar la mitad de lo que nos han dejado los cristianos. Pero yo no quiero estar muerto en las tres cuartas partes. Prefiero estar vivo, enteramente vivo. Es hora de que se inicie una revolución en favor de la vida y de la plenitud."

[Mark Rampion, personaje de "Contrapunto" de Aldous Huxley,1978]

Quiero bramar...

Quiero bramar... "Quiero bramar contra los hombres que han creado esta época. Quiero acusarlos de estropearme la vida de la misma forma en que una rata o una cucaracha estropean la comida sin necesidad de comérsela, simplemente caminando encima de ella y olisqueándola y llevando a cabo sus funciones corporales sobre ella. Es infantil, ya lo sé, señalar con el dedo y echar la culpa a los demás. Pero, ¿porqué tengo que aceptar que mi vida habría sido absurda independientemente de quién detentara el poder en este país? El poder es el poder, al fin y al cabo. Invade. Es su naturaleza. Te invade la vida."

"La edad de hierro", J.M. Coetzee, 2002.